Generar diferenciación en un mundo donde las empresas se centran cada vez más en desarrollar mejor su producto o servicio ya no es suficiente.

Ya no se responden las llamadas en frío ni se abren los correos electrónicos, por lo que los equipos de ventas tienen cada vez más dificultades para generar clientes potenciales sin depender de una llamada telefónica o de la espera en el vestíbulo de una oficina.

Hoy en día, la confianza y la experiencia que sus líderes empresariales y comerciales generan en el consumidor es esencial, ya que será lo que marque la verdadera diferencia con la competencia.